El exilio de Liu
A Liu le entusiasmaba formar parte de la tríada. Le gustaba la sensación que causaba su presencia, su apellido, su apariencia. Nadie podía tocarlo.
A los 16 años, su tío lo llevó a ver su primera ejecución, como si de un ritual de iniciación se tratase.
Ingresaron al edificio abandonado que habían ocupado como sede. Liu podía oír gritos angustiosos, ahogados, súplicas, nada fuera de lo normal para él, ese lugar estaba repleto de traidores y gente mala.
"Espera un segundo" le pide su tío antes de acercarse a otros miembros de la tríada. Liu distraído empieza a caminar alrededor y unos llantos le llaman la atención. ¿Una chica?, se pregunta. Liu se acerca a un pasillo y se esconde tras una pared, al otro lado puede ver una puerta entreabierta y dos colegas hablando al frente, uno de ellos tiene una llave en la mano. Liu se agacha para intentar ver el interior de la habitación, hay alguien en el suelo, alguien que le parece familiar, una chica de pelo rojizo, está mirando al suelo y de su rostro caen gotas, lágrimas o sangre, no logra distinguir, quizá ambos. La puerta se cierra y los hombres se alejan.
"¡Liu!" Lo llama su tío. Liu mira por última vez la puerta y corre a su llamado.
A la hora de la ejecución, casi no prestó atención, estaba distraído pensando en esa chica, ¿Qué habrá hecho para terminar ahí?.
Al día siguiente, Liu regresó al pasillo. No había nadie, aprovechó y se acercó a la puerta cerrada, dubitó un segundo y alzó una mano, dando golpes suaves. Dentro de la habitación escuchó un sonido metálico, cadenas quizá. Liu se acercó a la cerradura, "¿Hola?" Susurró. "¿Eres tú?". Silencio, "¿Eres...el niño?" Liu frunce el ceño, como que niño. "Liu...¿Cómo llegaste ahí? ¿Qué hiciste?". La chica empieza a sollozar "Todo fue un malentendido, yo soy inocente, a mi...a mi me echaron la culpa...mis compañeros. ¡Ellos perdieron la mercancía y me echaron la culpa!" Liu sintió un vacío en el pecho. Pero no pudo pensar, pues escuchó pasos acercándose, "Yo...veré que puedo hacer, resiste." Le dice Liu alejándose de la puerta, huyendo.
Un hombre de 2 metros, corpulento, con cuernos, orejas y cola como las de Liu, se acerca a la puerta y golpea con fuerza. "Hey, ¿Con quien hablabas?. ¿Te hiciste amiga de las cucarachas?." Dice mientras ríe, da un último golpe y se aleja de la puerta jugando con el juego de llaves.
[...]
" ¡SE ESCAPÓ! ¡HIJA DE PERRA!." El hombre tembloroso busca su teléfono y marca un número. Mientras este da tono, da un fuerte golpe a la puerta. La línea se descuelga.
"Estamos jodidos, jodidisimos" Exclama. "La policía, se escapó, no sé cómo, es imposible que haya salido sola, alguien la sacó".
[...]
"Vienen a matarte." Liu voltea sobresaltado. Se levantó en medio de la noche por el escándalo que había afuera. Su hermano estaba ahora en la puerta de su habitación, comunicandole las noticias sombrío. "Fuiste un..." el mayor frunce los labios. "Fuiste un idiota, con buena intención, pero parece que no tienes lo que se necesita para ser un Su Mok, Liu." Liu tiembla, no quería mover un dedo, ¿Iba a matarlo?. Su hermano ingresa a la habitación y empieza a abrir armarios y cajones, sacando ropa y cosas necesarias. "Vamos Liu, no te quedes ahí, ¿O te quieres morir?". Liu sale de su parálisis y empieza a vestirse. [...]
Liu huye junto a su hermano en el auto hasta la estación de autobús. Antes de que Liu pudiera bajar, su hermano lo agarra. "A donde sea que vayas, aprende de tus errores, sobrevive y hazte respetar." Liu lo mira sin saber qué decir. Muchos sentimientos pasan por su cabeza, y uno de ellos es el enojo, su propia familia quiere matarlo. Si no fuera por esa... traidora. Liu frunce el ceño y sale del coche, corriendo al autobús, sin mirar atrás. Una vez en su asiento, ni siquiera mira a su hermano. "Nos vemos en otra vida." despide solitario el mayor antes de encender el motor y volver a la boca del lobo.
Vicente en Cuba
La vida de Vinny en Cuba no era para nada tranquila, estaba llena de violencia, tratos y narcotráfico. Pero Vinny no era más que un peón, peón que había acabado con una deuda que peleaba diariamente por pagar. Y una noche, ocurrió algo que colmó el vaso. Vicente llegó a su casa haciendo un estruendo. Su mujer se levantó espantada, recibiendole la escena de Vicente sangrando a mares del lado izquierdo de su rostro.
"¡Amor, ¿Qué te hicieron?!, hay por dios. Vamos al hospital." Se apresuró a agarrar un paño y se lo colocó en el rostro para contener la hemorragia. "¡Maite!" Llama asomada por la escalera a la planta alta "¡Maite, hijita!" [...].
La mujer conduce a toda velocidad, Vicente intenta mantener la conciencia en el asiento del copiloto, la pequeña Maitena abraza un peluche, medio somnolienta, en el asiento de atrás. Una vez en el hospital, la mujer ayudó a su marido a bajar y lleva a su hija en brazos.
[...]
"Todo saldrá bien, ya verás" le dice Vinny a su mujer. "Lo más importante es que ustedes dos estén a salvo, ¿Si? Y ya tengo gente haciéndose cargo de ello." Dice mientras peina el cabello de su hija, que no para de llorar. Vicente abraza a ambas y le da un beso en la cabeza a la pequeña, ella le agarra con fuerza de la camisa. Vinny no puede evitar soltar unas lágrimas. "Ya debo irme. Voy a volver, incluso ustedes pueden irme a visitar." Se dirige a su hija, ella lo mira con los ojos cristalizados. "Estaremos en contacto".
Crow "llega" a Vinny's
Las sirenas suenan y Crow corre a través del campo, herido, con la sangre corriendo entre sus dedos. Entonces logra hacerse paso entre los pastizales, encontrando la ruta nuevamente, las sirenas se oyen lejos, Crow sigue caminando, ahora con un brazo extendido hacia afuera, señalando con el pulgar arriba. Se siente débil, ya no está caminando derecho, se está yendo a la ruta, y un camión se acerca. Crow recibe un golpe en todo el costado que lo hace rodar metros, y si no fuera por su corpulencia, habría muerto de inmediato.
Long se baja del camión, acercándose precavido al hombre que yace en el suelo. Se agacha y mira su rostro ensangrentado, está apunto de darle por muerto hasta que ve su pecho elevarse. "Sigue vivo..." murmura, entonces las sirenas de policía empiezan a oírse cerca. Butch apresura a Long para subir el cuerpo al camión, sin saber que sigue con vida. Long no dice nada y piensa "Quizá hasta que lleguemos se morirá y podremos cosechar sus órganos". Dejan el cuerpo en la caja del camión y se suben conduciendo a toda velocidad.
[...]
Llegan al restaurante a las 6 de la mañana. Butch y Long abren la caja, ambos se juntan para cargar al hombre, aunque más bien lo arrastran, lo llevan al frigorífico y lo dejan en el suelo, Butch deja a Long para buscar las herramientas, y entonces algo agarra el cuello de Long, intenta pelear y llamar a Butch pero no logra emitir sonido. Entonces, los ojos del hombre se cierran nuevamente y el agarre en Long se afloja, cayendo al suelo tosiendo, se arrastra y tarda un rato en levantarse, intentando llamar a Butch que termina llegando y ayudando a Long, "¿Que te pasa?" "Sigue...sigue vivo", Butch entonces toma con fuerza la cuchilla acercándose al cuerpo con intenciones de acabar de una vez con él, pero Long lo detiene, "No...sálvalo, tenemos que usarlo. Podemos hacer que trabaje para nosotros" sonríe. "¿Estás seguro?." Long no dice mucho más, busca unas bolsas de sangre y las trae. Butch se va a buscar el botiquín y las intravenosas para la transfusión. Pronto, estaban en Grey 's Anatomy.
Una vez terminado, los chicos salieron del frigorífico, cerrando la puerta. "Ahora...esperemos que despierte así hablam-."
De repente, un fuerte estruendo se oyó tras la puerta, cuando miraron atrás, el rostro herido y furioso del hombre los miraba con vapor saliendo de su boca y empañando el cristal, dió un golpe a la puerta amenazante. Long y Butch se miraron totalmente espantados, tenían una puta bestia encerrada en el frigorífico.
[...]